lunes, 28 de enero de 2013

Güanabi.

Inconscientemente me encuentro contando los días, horas, (siga usted, si sabe lo que sigue) para irme a Santiago. No sé si sea que esté desesperada por arrancar de lo problemas o por lo de siempre, la idealización, porque siempre que estoy acá, creo que todo en Santiago es perfecto y a penas llevo unos días allá, me cae un balde de agua fría y me acuerdo de las razones por las que quise irme para conocer lugares y personas nuevas. Y bueno, sí, tal vez sí quiero escapar, pero no por arrancar de cosas ni nada, porque no creo en eso, no saco nada con irme físicamente de acá si en caso de que deje problemas acá, ellos se irán conmigo (comoquecreoquesinquerertiréunpalo).

Qué terrible es darse cuenta tan tarde de algunas cosas, sobre todo cuando te las dicen quinientas veces y de muchas formas, en especial con eso de que no se puede hacer feliz a todo el mundo, bueno, soy tan llevada a mis ideas que lo intenté pero tal vez solo arruiné más las cosas. Mi Problema es intentar la felicidá ajena y creer que el resto de las personas saben lo que pienso cuando en realidad no y hacen sus propias conclusiones que son completamente distintas a las mías por lo que todo resulta un completo desastre.
En fin, después de un sin fin de películas y un libro, me di cuenta de los millones de errores y bueno, se supone que nunca es tarde para intentar hacer las cosas bien, o no? Errar es humano y todas esas patrañas de frases/oraciones que usted ya habrá oído por ahí. 
Lamentablemente, confesaré que todo es/ha sido, más amargo que dulce y seguirá siéndolo (lo sé)

Hola, son las 5am y me duele la cabeza jkhflhtgjk h. 

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